domingo, 5 de octubre de 2014

Perspectiva diferente

La gente a menudo suele confundir el hecho de valorar las cosas que tienen o te pasan con el término de conformarse. Es una línea muy delgada entre las dos y por eso suelen confundirla.

A veces también tenemos que valorar las cosas simple que pasan en la vida sin la mayor relevancia en nuestras vida; que se haya bajado un pasajero en el bus y te haya quedado el asiento para ti. Son cosas que pasan en la vida y son buenas aunque no lo resaltemos en nuestro resumen del día antes de dormir.

No es conformismo que lleves tu currículum a una empresa nueva y no te llamen, pero valoras tu trabajo actual. Ahí es donde entra el dilema de valorar o ser conformistaes el hecho de estar agradecido por las pequeñas cosas que pasan y de las cual somos privilegiados, ya que sería una lástima que muchas personas quisieran ese trabajo y tu no lo valores independientemente de cuál sea la razón.

jueves, 29 de mayo de 2014

Despedida.

Me gusta irme, alejarme, perderme. No me gusta quedarme a esperar, porque siempre pienso que no llegará nada de lo que quiero.
Me gusta encerrarme en mí, porque ahí me siento seguro. Nadie me daña ni hago daño a nadie.
Me gusta sentir que no siento nada, que los pasos se detienen justo aquí.
Cierro los ojos y ya no estoy. Me gusta desaparecer, hacer de cuenta que no estoy, aunque esté al pendiente de todo y de todos, me gusta ser yo el único que sabe que estoy.
Me gusta alejarme, y no ser quien se queda. No me gusta quedarme porque me duele más.

 Y luego el regreso, la continua búsqueda de lo que dejé ir por temor a quedarme, y de tanto alejarme no vuelvo jamás.
Intento acercarme, abrir los ojos. Tocar con mis dedos, lo que algún día fue, pero no te dejas, no puedo tocarte, porque ya me he ido y te lastimé.
Y luego siento todo, luego siento mucho y quiero decirlo, gritarlo, tal vez. Y lo digo mal, lo digo revuelto, de tanto que siento no puedo pensar. Y tú no me entiendes, y ya no me sientes, de tantos silencios te lastima mi voz.
Abro los ojos y estoy viendo todo, quiero estar presente pero no sé cómo, se me olvidó. Y no sabes que estoy porque ya no estaba, y no quieres estar donde estoy yo. Y ni yo me entiendo, ni tú me comprendes, nada es muy claro y quiero llorar.
Por estar tan lejos, por ser quien se va. Tú me sonríes con sonrisa triste, porque te quedaste y eso duele más.

jueves, 17 de abril de 2014

Hablemos de lo bueno, lo malo y lo feo.

Bueno: Pusiste bien la respuesta en el examen.
Malo: Te copiaste.
Feo: El profesor se dio cuenta.


Bueno: Madrugaste a trabajar.
Malo: Era domingo.
Feo: Tenías guayabo.

Bueno: Te levantaste a un hombre buenísimo.
Malo: Es muy perro.
Feo: Se dio besos con tu mejor amiga.

Bueno: Le das consejos a tu primita sobre sexo.
Malo: Te interrumpe todo el tiempo.
Feo: Te interrumpe para corregirte.

Bueno: Terminaste una relación que te tenía muy desgastada.
Malo: Se fue con otro hombre.
Feo: Es tu mejor amigo.

Bueno: Tu novio está feliz.
Malo: Porque ganó su equipo.
Feo: Ni te determina.

Bueno: Tienes una amiga con un pelo divino.
Malo: Debajo del brazo.
Feo: Es verano.

Y bueno, estos son algunos ejemplos pero si nos ponemos a pensar, la vida está llena de cosas buenas que por detrás tienen cosas malas y si te fijas bien tienen cosas feas. Lo bueno es cuando es chistoso, lo malo es cuando te pasa a ti, lo feo es cuando no tienes con quien compartirlo.